Las refinerías europeas de crudo están reduciendo sus operaciones, ahora que se enfrentan a una caída sin precedentes en la demanda petrolera por la pandemia del COVID-19.
En Reino Unido, INEOS cerró una unidad de 35,000 barriles por día (bpd) en su refinería de Grangemouth -con capacidad para 200,000 bpd- el 17 de marzo, según el supervisor industrial Genscape.
El cierre está relacionado con un deterioro de los márgenes de beneficio para los combustibles producidos en una refinería, incluyendo los de aviación y vehículos de motor, señaló una fuente conocedora de las operaciones en la planta.
“Márgenes horrendos y mercados físicos aún peores”, señaló la fuente. Un portavoz de la firma declinó hacer comentarios.
El gigante petrolero BP también clausuró una unidad de 70,000 bpd en su refinería de Gelsenkirchen (Scholven), Alemania, el 18 de marzo, según Genscape.
En Francia, la petrolera Total aplazó en ocho días el reinicio de las actividades de su refinería de Grandpuits, 102,000 bpd, cerca de París, hasta el 1 de abril, dijo el delegado del sindicato CGT Thierry Defresne.
Otras fuentes indicaron que los trabajos de mantenimiento en la refinería de Feyzin de la compañía con capacidad de 110,000 bpd fueron suspendidos.