El calentamiento global y la demanda de refrigeración comercial, industrial y residencial provocará que este segmento represente la segunda mayor fuente de demanda energética para 2050.
Por este motivo, 100 tomadores de decisiones de gobierno, sector privado y sociedad civil de la comunidad internacional se han aliado para buscar aumentar la eficiencia de este tipo de aparatos, con empresas e instituciones mexicanas como punta de lanza.
Marina Robles, secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México, mencionó que la capital está preparando un nuevo Programa de Acción Climática, en el que se dará especial atención a las oportunidades de mitigación en el sector energía.
“Estamos preparando importantes acciones relacionadas tanto con energías renovables como con una mayor eficiencia energética en diversos sectores que irán desde la eficiencia vehicular hasta la eficiencia en el sector de enfriamiento”.
Este esfuerzo construirá sobre los esfuerzos de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), institución encargada de la creación de normatividad para la eficiencia energética de aparatos eléctricos, cuya labor ha sido aplaudida por actores del sector.
“El esquema normativo es un elemento clave y puedo destacar que la CONUEE es uno de nuestros grandes aliados en el sector. Nos han acompañado en todo este proceso y el camino ha sido largo. Las normas buscan impulsar el desarrollo de productos con un mejor desempeño que repercutan en la calidad de vida del consumidor”, destacó Daniel Sosa, Gerente de Sustentabilidad de Mabe.
La alianza fue liderada por Iniciativa Climática de México y el Programa de Eficiencia de Enfriamiento Kigali (K-CEP), una organización filantrópica que financia esfuerzos para escalar soluciones de enfriamiento eficientes y amigables con el clima en economías en desarrollo y emergentes.
Jessica Brown, directora de K-CEP, reveló que México es una de las prioridades del programa. “En las décadas próximas se prevé que la demanda de refrigeración en México generará más del 25% del aumento total de emisiones de carbono del país, la mayor cifra proyectada para cualquier país en el mundo. Es por esto que se está abordando el problema desde todos los ángulos –desde políticas públicas, financiamiento, industria y programas no regulatorios–”, explicó.
Mabe ha recibido apoyo técnico y financiero para llevar a cabo la reconversión de sus plantas en México, Colombia y Argentina y así incorporar el R600 en la manufactura de sus refrigeradores. Sosa explicó que esta acción surge de un modelo corporativo de sustentabilidad, y que la búsqueda de un mejor desempeño es parte de la identidad de la marca.
Sosa resaltó que los usuarios están respondiendo a esta filosofía con una alta demanda y adopción de nuevas tecnologías, lo que está provocando que otras marcas del sector vean estos elementos como el camino al éxito, por lo que comienzan a incorporar factores ambientales.
El mercado mexicano también está invirtiendo en equipos con un mejor desempeño con el objetivo de mantener un consumo energético básico y no perder los subsidios en el precio de la energía eléctrica residencial, lo que está impulsando la adopción de las nuevas tecnologías que están siendo utilizadas en el segmento.
“Hoy el sector está en un proceso de acceder y transitar hacia la mejor capacidad de desempeño en materia de eficiencia energética disponible en este momento. La adopción de la NOM 015 de eficiencia representa un salto sustancial en desempeño respecto a su versión pasada de 2012”, celebró Sosa.