La Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) dio inicio este lunes, en un momento en que el planeta se encuentra en un momento decisivo de su historia, que al terminar la década decidirá entre el camino de la derrota y el camino de la esperanza.
“Existen razones para cultivar esta esperanza”, dijo António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, durante el discurso de apertura.
¿De verdad queremos ser recordados como la generación que escondió la cabeza en la arena mientras el planeta se quemaba? Millones de personas en el mundo, sobre todo gente joven, están llamando a los líderes mundiales a hacer mucho más para enfrentar la emergencia climática. Saben que tenemos que elegir el camino adecuado hoy, no mañana, lo que significa que las decisiones deben tomarse ahora, y COP25 es nuestra oportunidad
António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas
Guterres señaló también que las tecnologías necesarias para reducir las emisiones se encuentran disponibles a nivel mundial, y acusó que el ingrediente faltante ha sido la carencia de voluntad política.
El líder de la ONU resaltó que los compromisos adquiridos actualmente se traducirían en un alza de 3.2 ºC en la temperatura global y acusó los esfuerzos actuales como “completamente inadecuados”.
La solución, dijo Guterres, se encuentra en “la voluntad política de establecer un precio al carbono, la voluntad política de eliminar los subsidios a combustibles fósiles y la iniciativa de cobrar impuestos a la contaminación y no a la gente”.
Además, advirtió que los países en vías de desarrollo necesitarán al menos 100,000 millones de dólares para adaptarse a las nuevas condiciones y prepararse contra posibles desastres naturales.
En este sentido, lamentó que las poblaciones más afectadas por el cambio climático sean aquellas que cargan menos responsabilidad por el fenómeno.
La delegación mexicana también está preocupada por la disponibilidad de fondos verdes para países en vías de desarrollo. México, como miembro de la COP25 solicitó a la ONU revisar el funcionamiento de los fondos Verde del Clima (GCF) y para el Medio Ambiente Mundial (GEF), con el objetivo de balancear regionalmente la disponibilidad de los recursos y eficientar los procesos de aplicación.
Estudios científicos a nivel mundial han advertido que la lenta acción para combatir la crisis climática ha provocado la necesidad de incrementar la implementación de medidas de forma exponencial si se quiere evitar que el alza en la temperatura global rebase los 2 ºC.
Sin embargo, la tendencia global ha ido en dirección opuesta: de acuerdo con BloombergNEF, la inversión mundial en energías limpias sufrió una baja de 30% entre 2017 y 2018, para colocarse en 86,000 millones de dólares.
Este descenso puede atribuirse parcialmente al descenso en los costos de generación eólica y solar, pero también está impulsado por menores inversiones en China, Brasil e India.
La utilización de energías limpias es un buen primer paso, pero está lejos de ser la solución. Un estudio realizado por Climate Interactive y el MIT advierte que la acción más importante que puede realizarse a nivel mundial es el recorte en el uso de petróleo, gas natural y carbón, área que ha recibido menos atención que las energías renovables en la última década.
Andrew Jones, co-fundador de Climate Interactive, señaló que la alternativa más viable para reducir emisiones es la que conlleva un mayor costo político: el impuesto al carbono. “Se necesita encontrar una forma de aliviar el dolor de mayores costos de energía. No hay forma de evitar eso”, explicó.
Guterres dijo que 2020 será un año crucial para lograr que los países más contaminantes acepten compromisos más ambiciosos, y llamó a “dejar los combustibles fósiles en el subsuelo, donde pertenecen”.