El futuro de la ganadería en Estados Unidos enfrenta una gran amenaza si la carne de origen vegetal, que se cree que es mucho mejor para el medio ambiente, se convierte en un pilar de la dieta estadounidense, según un reporte de Washington Post.
La cría tradicional de animales analiza las lecciones aprendidas en la industria láctea, que vio disminuir las ventas de leche de vaca en 1,100 millones de dólares el año pasado debido al impacto de leches alternativas, como la almendra y la soya.
A medida que el precio de las acciones de Beyond Meat, que se hizo pública este año, se disparan, grandes minoristas y restaurantes de Estados Unidos como Kentucky Fried Chicken o Burger King se han sumado a las alternativas basadas en plantas.
Pero ganaderos suman fuerzas
Muchos de los 800,000 ganaderos de Estados Unidos han declarado la guerra a los recién llegados Impossible Foods y Beyond Meat, que usan tecnología para hacer productos que cumplan con el sabor y la textura de la carne.
Este año, funcionarios de casi 30 estados propusieron proyectos de ley para prohibir a las empresas el uso de palabras como carne, hamburguesa, salchicha, carne seca o hot dog a menos que el producto provenga de un animal que nació, se crió y se sacrificó de manera tradicional. Un duro golpe para la industria de carne artificial.
Arkansas, Louisiana, Mississippi, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Oklahoma y Wyoming ya han promulgado tales leyes.
En Missouri, el primer estado donde entró en vigencia la prohibición, los infractores incurren en una multa de 1,000 dólares y hasta un año en prisión.
“Cualquier producto alimenticio que contenga tejido animal cultivado en células o alimentos a base de plantas o insectos no se etiquetará como carne o como producto cárnico”, dice la ley del estado.
Los estados, en la mayoría de los casos respaldados por asociaciones de ganaderos según el medio, argumentan que los consumidores se confunden al momento de comprar los alimentos.
Y su miedo no es infundado. La demanda por comida sin carne crece con rapidez. En 2018, las ventas minoristas totales en Estados Unidos de sustitutos cárnicos elaborados con vegetales aumentaron más de 23%, superando los 760 millones de dólares, según datos de ventas de Nielsen analizados por The Good Food Institute.
A finales de julio, Tofurky, compañía que hace pavo vegetariano, unió fuerzas con la American Civil Liberties Union, el Good Food Institute (una organización sin fines de lucro que promueve la carne a base de plantas) y el Animal Legal Defense Fund para presentar una demanda reclamando una nueva ley de etiquetado de Arkansas, que entró en vigencia el 24 de julio.
“Si perdemos, hay algo mal con nuestro sistema judicial. Que las personas están confundidas es todo lo que (las asociaciones de ganaderos) pueden inventar para censurar el discurso”, dijo el presidente ejecutivo de Tofurky, Jaime Athos.