México se ha convertido en uno de los sparrings favoritos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aprovecha la alta dependencia comercial de México hacia ese mercado para asestar amenazas arancelarias.
En abril, México se impuso como el principal socio comercial de Estados Unidos, incluso por arriba de gigantes como China y Canadá. El comercio total entre México y el vecino del norte sumó 203,200 millones de dólares.
No obstante, la diversificación comercial no es el fuerte de México, que envía 80% de sus exportaciones a Estados Unidos, lo que representa cerca de 30% del Producto Interno Bruto, mientras que para el país de Trump el comercio total con México representa alrededor de 3%, pero, la economía de varios estados depende con fuerza de las exportaciones a México, como Texas, California o Arizona, por mencionar algunos.
Las recientes amenazas de Donald Trump de imponer aranceles a todas las exportaciones mexicanas si el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no detiene el paso de migrantes centroamericanos, pone en evidencia la necesidad de diversificar el comercio de México que tiene poco más de una docena de acuerdos comerciales.
(…) Es una cosa que se ha dicho históricamente, hay quien pensaba que la apertura comercial, la firma de múltiples tratados lo lograría, claramente no ha ocurrido o no al menos de lado de las exportaciones. Después de estos episodios de la relación bilateral creo que es más evidente que nunca que la diversificación es algo que puede ayudar a reducir la vulnerabilidad del país
dijo Gerardo Esquivel, subgobernador de Banco de México, en entrevista el 18 de junio.
Para que eso ocurra México requerirá de una importante inversión en infraestructura en puertos y aeropuertos.
“Parte de las razones por la que no diversificamos es porque los costos de logística para desplazar las mercancías son tales que no se vuelve necesariamente atractivo exportar por otra vía que no sea la terrestre y si importamos por vía terrestre el mercado natural es Estados Unidos”.
Las negociaciones del canciller Marcelo Ebard con funcionarios estadounidenses le consiguieron a México una prórroga inicial de 45 días para reducir el transito de migrantes centroamericanos hacia Estados Unidos. El acuerdo implica el despliegue de 6,000 elementos de la Guardia Nacional y el endurecimiento de los controles migratorios.
En medio de esto, algunas empresas exportadoras de México buscan alternativas para que, en un caso extremo, evadan los posibles aranceles de Trump y una de las opciones es establecer una filial en Estados Unidos para, además, evitar que parte de las ganancias se las quede un intermediario estadounidense.
“Para establecer la empresa allá, el gobierno de Estados Unidos lo que pide es un integrador que viva en Estados Unidos, una dirección física (…) No podemos evadir los aranceles, pero en el momento en que un empresario ya puso su empresa y tiene una utilidad de 25 a 40%, sale ganando”, dijo Juan Francisco Collado, presidente de Alianza Importers, que ofrece un modelo de exportación con medios propios para evitar intermediarios.
Comentó que, en la mayoría de los casos, el mexicano no exporta con su marca, sino que maquila ya sea piezas o un producto terminado, pero bajo la marca de un tercero, quien se queda parte de las ganancias.
De acuerdo con un reporte de Anabel González, miembro senior no residente del Peterson Institute for International Economics, las amenazas de Trump de imponer aranceles a México en caso de que no disminuya los flujos de migración están lejos de solucionar el problema estructural.
“La migración es un fenómeno complejo. La literatura sobre inmigración muestra que existe una relación inversa entre el desarrollo económico y la migración. No es hasta que los países logran un cierto ingreso per cápita, alrededor de 8,000 dólares, que los flujos migratorios comienzan a cesar. La inmigración ilegal mexicana a Estados Unidos cayó fuertemente alrededor de 2005, cuando el PIB per cápita de México alcanzó los 8,000 dólares”, dice González.
El miércoles, el Senado mexicano aprobó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que sustituirá al TLCAN y que Trump ha vitoreado como uno de sus mayores logros, por lo que llamó a los legisladores estadounidenses a seguir los pasaos de México.
En este sentido, Esquivel considera que, si el presidente de Estados Unidos lanza nuevas amenazas hacia México, solo jugarán en su contra.
“Afectan la credibilidad de Trump, no sé si la credibilidad del T-MEC, si se aprueba en los congresos entrará en vigor y si el presidente Trump vuelve a amenazar con poner aranceles, hay mecanismos institucionales para luchar contra eso, hay mecanismos que se han anunciado que podrían implementarse en respuesta a ello”.