La panza de cerdo está de vuelta en el mercado de derivados de Chicago. El CME lanzó esta semana el Índice de Tocino Fresco, con el objetivo de establecer un precio de referencia transparente para las panzas de cerdo frescas, el insumo para la fabricación de ese ingrediente básico en las comidas de muchos consumidores.

“Este nuevo índice aparece en medio de una significativa volatilidad en el precio del tocino, causada por una demanda de los consumidores que crece rápidamente, disputas comerciales globales y enfermedades”, detalló el CME.

En el pasado, las panzas de cerdo congeladas eran empleadas para fabricar tocino en los meses de verano, cuando subía la demanda, pero actualmente este ingrediente aparece en una gran variedad de alimentos y durante todo el año, desde ensaladas hasta chocolates.

“Conforme los gustos de los consumidores han evolucionado, la demanda por tocino se ha extendido a todo el año”, dijo el director ejecutivo de Investigación Agrícola y Desarrollo de Productos del CME, Fred Seamon.

Ante la demanda constante, muchas compañías comenzaron a optar por panzas de cerdo refrigeradas, por lo que las operaciones que involucraban el contrato de futuros de panzas de cerdo congeladas llegó casi a cero y el CME lo deslistó en 2011, después de décadas de existencia.

El nuevo índice ofrece un precio semanal para todos los participantes de la cadena, incluyendo productores, empacadores, procesadores, distribuidores al por mayor y minoristas y vendedores de alimentos, monitoreen los movimientos de la oferta y la demanda de tocino.

“Los precios de las panzas de cerdo son los más volátiles de todos los cortes porcinos, con la volatilidad superando el 40% en 2018”, explicó la organización.