El panorama para los trabajadores mexicanos luce poco favorecedor en un escenario en el que la creación de empleos con bajos salarios va en ascenso, tanto en el sector formal como informal.
Al cierre del primer trimestre de 2019 el número de trabajadores que percibió hasta un salario mínimo, es decir 3,131.74 pesos al mes, sumó 10.64 millones, un máximo desde que el INEGI tiene registro.
Por el contrario, sólo 1.74 millones de trabajadores mexicanos recibieron ingresos mayores a cinco salarios mínimos (15,658.70 pesos), cifra 63% menor en comparación con los 4.72 millones del cierre de 2005.
El avance de la precarización laboral, que se registra desde hace 12 años, es atribuible a que la desaceleración económica en esta coyuntura está generando desocupación, y esto provoca que la ocupación que se genera es de menores salarios y con menores prestaciones
comentó José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
El salario mínimo para 2019 en la zona libre de la frontera norte pasó a 176.72 pesos diarios, en el resto del país el salario mínimo es de 102.68 pesos diarios, desde los 88.36 pesos de 2018.
El mercado laboral en México tiene un desempeño pobre. Los salarios son bajos si se toma en cuenta el PIB per cápita en comparación con otros países de América Latina, cuando es una de las principales economías de la región, y en parte es un problema de productividad, que en México se ha estancado desde hace décadas
comentó David Kaplan, especialista senior en la Unidad de Mercados Laborales y de Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Los especialistas consultados coinciden en que el elevado nivel de informalidad que existe en el país es una de las causas que abona a que los empleados perciban menores salarios, y además merma sus condiciones de vida al no tener acceso a prestaciones básicas como seguridad social.
“El mercado laboral en México tiene un desempeño bastante pobre y ha caído en una trampa en que el empleo asalariado es caro para el empresario y da pocos beneficios para el trabajador”, dijo Kaplan.
Para abatir el empleo informal, es necesario que el gobierno federal diseñe un proceso de formalización eficaz que permita mejores condiciones laborales para los trabajadores por medio de la flexibilización para algunas empresas.
A la par, será necesario incentivar las inversiones en el país con el fin de aumentar el número de plazas de trabajo, pero también elevar los niveles de productividad laboral que incentive la mejora salarial en el país, lo cual solo se consigue con inversión en capital físico y humano.
La creación de empleos está ligada a la inversión y para que esta última crezca hace falta mayor claridad, aunque algunos eventos como la pronta ratificación del T-MEC podrían dar mayor certeza a algunos sectores como el manufacturero y reactivarán inversiones pendientes
dijo Alejandro Saldaña, gerente de análisis económico de Grupo Financiero Ve por Más.
Con información de Mara Echeverría.