Deutsche Bank y Commerzbank decidieron abandonar su proyecto de fusión que habían puesto en marcha en marzo para crear un gigante bancario alemán.
Tras un meticuloso análisis (el acercamiento) no habría creado beneficios suficientes para compensar los riesgos, los costes de restructuración y las necesidades en capital requeridas para una integración de este tipo,
indicaron los dos principales bancos alemanes.
Según el director de Commerzbank, Martin Zielke, el proyecto de fusión “tenía sentido, pero a condición de ser rentable”.
El proyecto, que tenía el apoyo del gobierno alemán, propiedad del 15% de Commerzbank, suscitaba el escepticismo de los inversionistas y la hostilidad de los sindicatos de los dos grupos, que temían la destrucción de empleo.
Deutsche Bank aseguró que “continuará estudiando todas las alternativas para mejorar su rentabilidad a largo plazo y los rendimientos para sus accionistas”.
Antes de que se hicieran oficiales las negociaciones en marzo, el gobierno alemán había alentado a los dos bancos de Fráncfort a fusionarse para apoyar a las compañías exportadores del país.
“La industria alemana, activa en todo el mundo, necesita institutos de crédito competitivos”, comentó el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz.
Deutsche Bank y Commerzbank hablaron de varias posibilidades de cooperación más estrecha. Pero este tipo de cooperación sólo tiene sentido si es económicamente viable,
reconoció el ministro.
La fusión se enfrentaba al problema de las reestructuraciones en curso en ambos bancos.
Además, a corto plazo, parecía difícil aumentar la facturación de créditos a particulares por las bajas tasas de interés en la zona euro, mientras que en la banca de inversión se enfrentaban a la competencia de Estados Unidos.
Sainsbury-ASDA: otra fusión que no se dio
Una fusión que fue bloqueada este jueves fue la de entre J Sainsbury y ASDA debido a que conduciría a precios más altos y una experiencia de compra más deficiente, reveló la Autoridad de Mercados y Competencia (CMA) en el Reino Unido.
El acuerdo habría resultado en una disminución sustancial de la competencia tanto a nivel nacional como local, con el aumento de los precios en las tiendas, en línea y en las estaciones de servicio, explicó el CMA.
A consideración de Market Watch, el acuerdo le habría dado a Walmart, propietario de ASDA, una manera inteligente de reducir su esfuerzo en el Reino Unido como parte de su impulso para poner en orden algunas de sus operaciones en el extranjero menos rentables.
En el acuerdo de 12,000 millones de libras estaba planeando mantener una participación minoritaria en el grupo combinado Sainsbury-ASDA.
Con información de Reuters