Mientras la primera ministra, Theresa May, utiliza otra vida para intentar pasar de nivel en el juego del Brexit, algunos estudios británicos de videojuegos temen que la salida de la Unión Europea (UE) represente el final de la partida para ellos.

“Nuestra industria es particularmente vulnerable al Brexit”, expresó Nick Button-Brown, veterano de la escena del videojuego que ahora aconseja a los jóvenes creadores.

En 2018, Reino Unido -país donde fueron creados Lara Croft Tomb Raider y Grand Theft Auto- ocupó el sexto mayor mercado de videojuegos del mundo por ingresos, sólo detrás de China, Estados Unidos, Japón, Corea y Alemania.

Más de un tercio de sus 20,000 empleados son ciudadanos de otros países de la Unión Europea.

“Antes montaba mis equipos recurriendo al talento procedente de la UE porque sabía que los podía reclutar y traer fácilmente”, aseguró Button-Brown en las oficinas de Payload Studios, un estudio londinense responsable del videojuego ‘Terratech’.

“Ahora, ya no es posible”, lamenta ante la inminencia del Brexit.

Vincent Scheurer, cofundador de esta empresa de unos 20 empleados, se pregunta también qué puede pasar cuando finalmente se dé la salida de Reino Unido de la UE.

“Es mucho más difícil para las pequeñas estructuras reclutar fuera de la UE debido al sistema de visas. Si estas reglas se extienden a toda Europa (…) representaría un verdadero riesgo existencial para el estudio”, afirma.

Ante estas preocupaciones, el año pasado se lanzó la campaña antibrexit ‘Games4EU’, una iniciativa inhabitual en un medio normalmente evasivo a implicarse en política.

“Cerca de 80% de los miembros de esta industria votaron por permanecer en la UE y queremos asegurarnos que su voz es escuchada”, expresó George Osborn, uno de los cofundadores del movimiento.

¿Privados de FIFA?

Más de un centenar de estudios firmaron la petición de ‘Games4EU’. El colectivo teme un alza de los precios de producción, así como la deslocalización parcial o total de algunos estudios hacia el continente.

Les preocupa también la circulación segura de datos compartidos.

“De momento, los datos en línea circulan libremente entre Reino Unido y la UE”, explica Button-Brown, también miembro de ‘Games4EU’. “Pero no sabemos qué pasará con el Brexit, este tema no ha sido resuelto. Existe un escenario en el que de repente ya no podríamos jugar FIFA con alguien de un país de la UE”.

La industria del videojuego aporta cerca de 3,000 millones de libras (3,900 millones de dólares) a la economía británica.

“Nuestra industria está globalizada y un Brexit sin acuerdo representaría una barrera en el papel que juega Reino Unido. Desgraciadamente, no existe ninguna solución clara que permita proteger a los estudios de su impacto”, consideró el director del estudio Creative Assembly, Tim Heaton.

“Las grandes compañías saldrán adelante porque tienen suficiente dinero para gestionarlo”, dice Button-Brown. “Los más afectados serán los pequeños estudios, pero esos son precisamente los más imaginativos”.

Sin embargo, el Brexit también inspiró a algunos creadores como Tim Constant, quien este verano publicó ‘Not Tonight’, un pequeño juego independiente que transcurre en una Inglaterra posbrexit desencantada y xenófoba.

“Tuvo virtudes terapéuticas”, expresó Constant, de 40 años. “Este juego nació de un sentimiento de frustración frente al Brexit. Imagino que convertirlo en un videojuego es mi manera de participar en el debate”.

“Para mí, el Brexit es como un juego de guerra”, suspira Button-Brown. “Pero un juego en el que sabemos por adelantado quien perderá la partida”.