La Suprema Corte de Estados Unidos respaldó la autoridad que tiene el gobierno para detener en cualquier momento a inmigrantes que esperan su deportación y que ya cumplieron condenas de prisión por delitos penales, un fallo que la da una victoria al presidente Donald Trump en su línea dura en materia migratoria.
El máximo tribunal dictaminó por cinco votos a favor y cuatro en contra -con sus jueces conservadores apoyando la mayoría y los magistrados liberales en desacuerdo- que las autoridades federales pueden detener en cualquier momento y por un periodo indefinido a este tipo de inmigrantes, no sólo inmediatamente después de que cumplan sus sentencias de prisión.
El fallo, escrito por el juez conservador Samuel Alito, dejó abierta la posibilidad de que algunos inmigrantes individuales pudieran impugnar su detención. Estos inmigrantes potencialmente podrían argumentar que el uso en su contra de la ley federal de 1996 involucrada en el caso, la Ley de Reforma de Inmigración Ilegal y Responsabilidad del Inmigrante, violaría sus derechos al debido proceso conforme a la Constitución de Estados Unidos.
El juez liberal, Stephen Breyer, cuestionó si el Congreso, cuando redactó la ley, “tenía la intención de permitir que el gobierno detenga a las personas años después de su liberación de la cárcel y las mantuviera aprehendidas indefinidamente sin una audiencia de fianza”.
El gobierno de Trump había apelado un fallo de un tribunal inferior que favorecía a los inmigrantes, una decisión que, según el mandatario, socavaría la capacidad del Ejecutivo para deportar a los inmigrantes que hayan cometido delitos.
Trump ha respaldado los límites a los inmigrantes legales e ilegales desde que asumió el cargo en enero de 2017.
Bajo la ley federal, los inmigrantes condenados por ciertos delitos están sujetos a una detención obligatoria durante su proceso de deportación. Pueden ser retenidos indefinidamente sin una audiencia de fianza después de completar sus sentencias.
Con información de Reuters