El hombre detrás del primer fondo de inversión mutua, Jack Bogle murió este miércoles a los 89 años y entre su legado se destaca una compañía que gestiona activos por más de 5 billones de dólares, Vanguard.
Egresado de la Universidad de Princeton y con una infancia difícil, Bogle lanzó el primer fondo de índice para “inversionistas ordinarios”, además de defender durante su carrera abiertamente los méritos de la inversión pasiva y barata durante décadas.
Hoy en día, Vanguard es uno de los principales referentes de inversión en índice global.
Entregado a los inversionistas
Cuando Bogle fundó Vanguard, centró su atención en que el fondo fuera de los inversionistas y no de los dueños, de manera que las ganancias no iban a los fundadores sino a los clientes, principio que los expertos considera como una de las grandes claves de su éxito.
“Jack Bogle tuvo un impacto no solo en toda la industria de la inversión, sino también en las vidas de innumerables personas que ahorran para su futuro o el de sus hijos (…)”, comentó a Financial Times el actual director ejecutivo de Vanguard, Tim Buckley.
“Era un visionario tremendamente inteligente, motivado y talentoso, cuyas ideas cambiaron completamente la forma en que invertimos. Nos sentimos honrados de continuar con su legado de darle a todos los inversores ‘una sacudida’ justa”, agregó Buckley.
Inspirado por Fortune
En 1949 Bogle leyó el artículo “Big Money in Boston” en la revista especializada Fortune, donde se hablaba sobre la creciente industria de fondos mutuos. Al respecto, el empresario escribió una tesis sobre inversiones que llamó la atención del fundador de Wellington, Walter Morgan, que lo invitó a unirse a la firma que gestionó 150 millones de dólares.
En 1951, Bogle fue nombrado vicepresidente ejecutivo y heredero de Morgan. Poco después tomó el control total de la empresa, sin embargo, su futuro no sería fácil a partir de aquel momento.
Tras heredar la fortuna de Wellington y en medio de un voraz apetito por los fondos más agresivos del mercado de valores, Bogle fusionó a Wellington con Thorndike, Doran, Paine y Lewis, una agresiva compañía de fondos mutuos en Boston, pero en 1974 Wellington perdió todo y los cuatro nuevos socios incorporados en 1966 se unieron para derrotar al financiero.
Nace una estrella
Ante el fatal panorama, Bogle organizó un contragolpe en el que convenció a las juntas independientes de los fondos mutuos de Wellington para que establecieran una nueva compañía independiente que asumiera las tareas administrativas. Y así nació Vanguard.
En ese momento, algunos grupos de inversión como Wells Fargo Investment Advisors, Batterymarch y el American National Bank of Chicago habían establecido una serie de fondos nuevos y baratos que simplemente intentaban rastrear los índices del mercado de valores en lugar de vencerlos.
Pero en ese momento solo estaban dirigidos a los fondos de pensiones y las aseguradoras, y cuando Paul Samuelson, el famoso economista, pidió algo similar para los inversionistas comunes, Bogle vio una oportunidad.
El primer fondo de Vanguard fue inicialmente un rotundo fracaso. El First Index Investment Trust se lanzó con 11 millones de dólares en agosto de 1976, y fue apodado rápidamente como “La locura de Bogle”.
Hoy, el renombrado Vanguard 500 es un gigante de 400,000 millones, y Vanguard es la segunda compañía de inversión más grande del mundo.
“Si alguna vez se erige una estatua para honrar a la persona que más ha hecho por los inversionistas estadounidenses, la elección debe ser Jack Bogle”, declaró una vez Warren Buffett, el reconocido empresario estadounidense.