La capacidad del cómputo cuántico rompe la barrera de los laboratorios de investigación para estar al alcance de más personas.

El cómputo cuántico tiene como unidad básica al qubit o bit cuántico, el cual permite almacenar más información que el sistema binario y realizar tareas de manera simultánea. Además de su rapidez al procesar información.

Según un informe de la consultoría Tractica, el mercado para la computación cuántica de las empresas es incipiente pero los ingreso totales del mercado comenzarán a incrementar en los próximos años. Se espera que para 2025 genere 2,200 millones de dólares en ingresos para las empresas.

Es por eso que algunas de las grandes tecnológicas como IBM, Microsoft y Google se enfocaron desde hace varios años en desarrollar investigaciones en torno a las capacidades y aplicaciones de esta tecnología.

En la pasada feria tecnológica CES 2019, realizada en Las Vegas, IBM mostró ir al frente de la carrera cuántica al presentar el primer sistema de computación cuántica integrado en una computadora digital para su uso comercial: IBM Q System One.

El doctor Mauricio García, embajador para IBM Q, comentó para EL CEO que IBM lleva décadas trabajando en el desarrollo del cómputo cuántico, pero fue hasta 2016 cuando su primera computadora cuántica, de cinco qubits, estuvo disponible mediante la nube.

La idea de desarrollarla sobre la nube fue utilizarla como una prueba de laboratorio para medir el interés que tenían las personas en utilizarla para el desarrollo tecnológico.

Obtuvieron gran interés al alcanzar 100,000 usuarios registrados, más de 6 millones de experimentos o programas ejecutados y más de 130 papers científicos con base en los resultados que se han tenido del  acceso gratuito a la plataforma. Fue así como nació IBM Q System One.

Es la misma tecnología que se tiene en los laboratorios pero ya empaquetada en un sistema que incluye el hardware cuántico y todo los elementos que necesita para funcionar.  También incluye un ambiente criogénico, porque la tecnología que utilizamos para nuestros procesadores incluye materiales hiperconductores que solamente presentan esas características de superconducción estando a temperaturas cercanas al 0 absoluto

 Mauricio García, embajador de IBM Q

 

Crecimiento y aplicaciones en desarrollo

Keith Kirkpatrick, analista de la consultora Tractica,  consideró poco probable que para 2025 la mayoría de las compañías de Fortune 500 considere comprar una computadora cuántica.

Kirkpatrick previó que gran parte de los ingreso en el mercado serán generados por servicios de consultoría general proporcionados por proveedores, firmas de servicios profesionales y consultores externos de la industria.

Para el doctor García, esta tecnología aún tiene mucho hacia dónde crecer, debido a que por ahora apenas trabajan en crear las aplicaciones que demuestren realmente una ventaja competitiva en el uso del cómputo cuántico respecto al cómputo clásico.

El directivo consideró que es una tarea que no pueden hacer solos. Por eso comenzaron, en diciembre de 2017, el programa IBM Q Networks, a través del cual trabajan en conjunto con empresas de diferentes industrias para desarrollar aplicaciones que demuestren una ventaja para resolver problemas que no se podrían atender con el cómputo clásico.

Cuando tenemos una molécula y la queremos simular a todo nivel de detalle, tenemos tantas variables que crece exponencialmente la cantidad de información que tenemos que modelar con cada átomo que vamos agregando a nuestra molécula. Como la cafeína, no somos capaces de simularla ni con la supercomputadora más poderosa que tengamos en la actualidad. Aunque se ha demostrado que con cómputo cuánto se puede hacer un modelado eficiente de este tipo de sistemas

 Mauricio García

 

Microsoft, y Google no se quedan atrás

En septiembre de 2017, Microsoft anunció su visión de desarrollar una solución de computación cuántica de pila completa y escalable. Durante ese período expandieron sus inversiones en esta tecnología en todo el mundo. Además dieron acceso a su investigación y tecnología cuántica.

Cuentan con siete laboratorios Microsoft Quantum en Estados Unidos, Europa y Australia. El último de los laboratorios abrió sus puertas en Lyngby, en el Centro de Desarrollo de Microsoft en Copenhague, donde se enfocan en una plataforma de materiales cuánticos que forma una base crítica para la computación cuántica escalable.

Mientras que Google lanzó, en julio del año pasado, un kit de herramientas de software que les permite a los desarrolladores crear algoritmos sin necesidad de tener una formación en física cuántica.

El objetivo de la tecnológica es que ayuden a construir un software que se ejecute en una amplia gama de máquinas que se puedan desarrollar en un futuro próximo.

Será en los próximos años cuando conoceremos los desarrollos de la carrera cuántica que han emprendido las grandes tecnológicas.